Un año de Cholo

Simeone ha cambiado el club. Tan fácil... tan difícil. Un tipo que va de cara, que respeta a sus jugadores, les exige pero les comprende. Un ganador. "El esfuerzo no se negocia". Con esa frase maneja el vestuario a su antojo y con su "siempre hay que creer", que repite una y otra vez, convence a sus pupilos de que todo es posible "si antes se imagina".

Tardó en convencer y convencerse. Llegó con el cartel de leyenda del Calderón y eso le ayudó en unas primeras semanas que no fueron nada fáciles. De ex jugador pasó a entrenador en eliminatorias en Europa League o con algunas decisiones que respaldaron su valor en el vestuario.

Su primera decisión importante fue decirle a Reyes que la puerta de salida estaba al fondo a la derecha. Los jugadores lo agradecieron ya que la situación era insoportable. No fue traumático.

En la Europa League lo bordó. En la final ni siquiera dio charla técnica. "No se que nos hace... Pero hemos salido con veneno, nos los hemos merendado" comentaba un peso pesado tras la final. En la Supercopa, nuevo show. Quizás el mejor partido en años. Dijo Quique Flores que el Atlético tardaría 40 años en repetir algo que en 8 meses Cholo logró y festejo.

Ahora compite para estar por encima de los 75 puntos en Liga, recuperar el respeto perdido y enamorar más al estadio Vicente Calderón, que ve como Cholo ha puesto el club patas arribá.

Tras su fachada de tipo duro o inaccesible se esconde una persona cercana, pasional y, sobre todo, atlética. Será difícil olvidar su primer año. Renovará en pocos días por una temporada con un montón de retos por delante. Entre otros, la Copa del Rey, obsesión del argentino para el nuevo curso.

PD: su mini charla en Neptuno tras la Supercopa, emocionó a los jugadores. Simeone: "Escuchen bien. Quiero contarles por qué ganaron ayer estos chicos. Porque jugaron con el corazón de todos ustedes y en cada milímetro, centímetro y metro del campo, jugaron con el corazón del hincha del Atlético".