Las actitudes del derbi

Por Hugo Alguacil Pérez

El Real Madrid llega al derbi de este sábado con las mismas ganas de jugarlo que yo de irme de vacaciones al Polo Norte. El bofetón del miércoles en Dortmund ha dejado la marca de los cuatro dedos en la cara de los allí presentes y visitar el sábado el Calderón no es lo que más apetece. La mayoría de los ‘heridos’ se repartirán entre el banquillo y sus respectivos domicilios a la espera del soñado martes redentor.

José Mourinho dispondrá sobre el  césped a la ‘sección B’, de la que no se duda de su aptitud -Capacidad para operar competentemente en una determinada actividad, según la Real Academia Española- ni mucho menos de su actitud -Disposición de ánimo manifestada de algún modo, según el mismo organismo.

Del 'equipo A', el que la pifió en Dortmund, su capitán dijo al término del partido que le faltó de lo segundo, "empezando por mí", apostilló con la responsabilidad que obliga el brazalete. El capitán titular, ahora suplente, ustedes me entienden, lo confirmó en un acto publicitario horas después. Sólo el desconocimiento del significado de la palabra actitud puede llevar a semejante conclusión. Me niego a creer que no hubiera toda la actitud que se debe esperar de un equipo que juega sus terceras semifinales de Copa de Europa consecutivas.

Una cosa es la autocrítica, que está muy bien y es necesaria, y otra cosa decir las cosas como no son. No faltó actitud, faltaron argumentos futbolísticos para frenar la marabunta. Y con esto no me refiero a ser capaces de dar la vuelta a la situación en un minuto, quitar el balón a los alemanes y obligarles a retroceder, sino a cortar la hemorragia por las bravas. Dando patadas, coces o echando el balón fuera del campo. Como sea. Y si te hace el mismo tío tres goles en 16 minutos en una semifinal europea, cuando el árbitro pita el final tienes lo que te mereces.

El partido del sábado es, por lo tanto, más un marrón que otra cosa para los blancos. Dejar casi sentenciado el segundo puesto en Liga no es un objetivo que motive. El título está perdido y ser tercero también clasifica para la Champions sin incómoda eliminatoria en agosto. Entre nosotros, ¿qué más da ser segundo que tercero? Pues habrá quien celebre acabar por encima del vecino pero creo que la chanza da para poco más de una caña en el bar porque aquí todos tenemos claro que lo realmente serio se disputa el 17 de mayo. Lo mires por donde lo mires, no compensa ser segundo y palmar la final de la Copa del Rey.

Dado que al Real Madrid le va a faltar poco para llevar al Castilla al Calderón, el partido no servirá a Simeone como ensayo. Todo lo contrario. Si ha diseñado un plan genial para la final se cuidará de que el sábado no se le note. Sabe que tiene ante sí una gran oportunidad para ganar al Madrid 13 años, 5 meses y 27 días después pero también que lo gordo está por llegar y que si en tanto tiempo el Atleti no ha sido capaz de tumbar al eterno enemigo hacerlo dos veces en apenas tres semanas parece imposible. Por primera vez, acabar con tan vergonzosa estadística puede esperar.

En twitter: @hugoalguacil