Un rey en el exilio

Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador. Lleno de los valores "caballerescos", de los que escribía gestas épicas en los libros de historia. Luchaba por su honor, su rey, su dama, su familia, sus amigos, su religión...
 
¿Os recuerda a alguien? Fernando José Torres Sanz ha dado otra lección de valores, de amor a un escudo, de lealtad a una camiseta. "Forlán, Agüero y Falcao son más de lo que yo fui para el Atlético porque todos hicieron campeón al club". Sus palabras son tan sinceras como equivocadas. El Cid fue un héroe que luchó por recobrar su honra. Torres perdió muchas batallas con el club de su corazón, casi todas. Lo que todavía no sabe es que la derrota le hizo eterno.

'The Kid' ha estado tocado, prácticamente hundido. Se vio fuera de la Eurocopa tras su ausencia en la última convocatoria de Vicente del Bosque antes de la cita de Polonia y Ucrania. Eso le hizo fuerte. Parecía que lo tenía perdido pero entonces, como El Cid, siguió en pie durante la batalla: "No te caigas" retumbaba en su cabeza. Decidió cambiar el chip. Éste tenía que ser su momento. Personalidad y valentía. Goles. Fin del debate.

El temor rojiblanco ahora es tenerle enfrente. Los moros consideraban invencible al Cid. Tanto que ganó una guerra después de muerto. Torres está más vivo que nunca y quiere ganar esa batalla que siempre perdió con el Atlético, la de los títulos. ¿Cómo pararle? Si está bien será imposible.

El sello que dejó el 'Niño' en el club es tan grande que cuando hablas con algunos futbolistas, sobre todo los canteranos, los que saben de su historia en el club, comentan que será un aliciente tan grande como la propia final medirse a Torres. "De pequeño soñaba con ser como él, entrenar con él, cambiarme con él..." dicen en el Cerro. Estará enfrente, vestirá de azul y será el rival. No es lo mismo, pero se parece. Por eso muchos hinchas rojiblancos el viernes en Mónaco animarán a doce futbolistas.