Por Hugo Alguacil Pérez
Pregunta a un aficionado del Atlético de Madrid: ¿Cuál el partido de Liga más esperado? "El que jugamos contra el Madrid". Misma pregunta a un seguidor del Real Madrid: "El que jugamos contra el Barcelona". Si pudiéramos hacer esta cuestión hace 15 años, la primera respuesta sería la misma pero la segunda puede que no. Al menos habría duda, se trataría al Atleti como a un semejante y habría quien preferiría ganar el derbi antes que el ahora llamado clásico aunque sólo fuera por dar por saco a un vecino. Este cambio resume la decadencia del derbi madrileño. De cómo dejan de competir de igual a igual los dos equipos más importantes de la capital y lo que en el pasado era un día muy especial se convierte en trámite para unos y en pesadilla para otros.
Si hasta la última década del siglo pasado los seguidores del Real Madrid tenían al mismo nivel a sus dos enemigos históricos era porque los dos respondían como tales. En el momento en que uno, en este caso el Atlético, dejó de ser rival, el enfrentamiento directo perdió su atractivo original.
La última temporada antes de la 'muerte' del derbi fue la 1999/2000. El Atlético bajó a Segunda División y el Real Madrid fue campeón de Europa pero cuatro de los seis puntos en juego fueron para los rojiblancos. Eso dice mucho de lo que era y desde entonces no es este partido.
El Atlético regresó a Primera en 2002 y su única alegría ante el vecino en 10 años fue un gol de falta de Albertini en el último minuto que valió para empatar el primer derbi oficial del milenio en el Bernabéu. Desde entonces, otros tres empates a domicilio y uno en el Calderón. Lo demás fueron derrotas. 15 en total.
Los Madrid-Atleti eran una fiesta popular Todos teníamos un amigo tocahuevos que sólo abría la boca cuando te ganaba el derbi. Y era bonito que fuera así, porque tú te la guardabas y sabías que se la ibas a devolver más tarde o más temprano.
La última década ha sido una tortura para los aficionados del Atlético de Madrid. Un quiero y no puedo. Muchas veces parecía que "este año sí" pero al final nunca era. Muchos me miran mal cuando digo que para recuperar el derbi el Atlético debe ganar uno ya y acabar por delante del Madrid en la Liga. Y me miran mal hinchas de los dos equipos. Los vikingos porque quieren seguir teniendo al vecino sometido y los indios porque lo consideran condescendencia. Llámenlo como quieran pero la ciudad necesita a un Atleti como el actual. El ridículo de estos años no se puede prolongar más.
Y es que los ocho puntos que separan a ambos equipos dan un cariz al derbi que se había olvidado. El Atlético manda ahora en Madrid. Sus aficionados están tranquilos. No temen llevarse un saco de goles de Chamartín y saben que aún perdiendo podrán seguir mirando muy por encima del hombro al eterno enemigo. En las filas madridistas, por el contrario, no pueden permitirse un tropiezo. No hay miedo al Atlético pero sí respeto. Pocos se ríen esta vez. La que se puede liar en la grada si se pierde el derbi es chica.
Y para terminar, qué quieren que les diga, yo me lo he pasado muy bien en los Madrid-Atleti y tengo muchas ganas de que sea un partido como los de antes. Por los goles de Raúl en tantas y tantas noches o por los de Schuster y Futre en la final de Copa de 1992, madridista, atlético, disfruta de tu derbi junto a quien más te apetezca, pícate un poquito y si ganas saca pecho el domingo por la mañana. Piensa que si no lo haces los otros sí lo harán cuando les toque.
@hugoalguacil


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