Toque cariñoso a Costa‏

Diego Costa es ese tipo de jugadores con los que sabes que tranquilo en el campo no estas. Si sale el brasileño, estas con un ojo a la pelota y con otro a él. Puede hacer algo maravilloso o liarte una que termines la jugada con las manos en la cabeza del susto.

A Simeone le gusta esa anarquía futbolística bien entendida. Cambia partidos, juega al fútbol como quiere el argentino... si todo va bien. Si las cosas van mal, cinturón y a esperar, que vienen curvas.

180 minutos de fútbol y su imagen empañada. Los pesos pesados del vestuario (o por lo menos algunos) han charlado con el 19 del Atlético.

Le respaldan, no le acusan de violencia futbolística, pero si de su idioma gestual. Demasiado violento teniendo en cuenta sus antecedentes. Muchas energías gastadas y muy poco provecho para el equipo.

Nada hubiera pasado si sus encontronazos el sábado son con defensas del Rayo o del Granada, pero su intercambio de escupitajos con Ramos lo vió todo el mundo. ERROR. Cuatro días después, cabezazo al canto y nueva polémica.

La charla con los jugadores ha sido tranquila, educativa, cariñosa. Piensan sus compañeros, que Costa debe entender que su matrícula está en busca y captura por árbitros y rivales y eso perjudicará a su compañero y a su equipo. Veremos si Diego Costa entiende el mensaje y baja revoluciones. De momento ante el Deportivo, será titular.