Los celos de la esposa del Tigre

Radamel Falcao es, probablemente, uno de los jugadores más discretos que han pisado el Cerro del Espino. Poco se conoce del colombiano mas allá de lo que hace público a través de su twitter o de lo que cuentan sus compañeros y familiares. Sabemos que le gusta la música electrónica, que toca la guitarra, que uno de sus grandes amigos es Carlos Jean y que uno de sus sueños es jugar en el Real Madrid. Así, sin anestesia.

El mejor nueve del mundo está en un equipo que no luchará por la Liga y que no jugará la Champions esta temporada. Es lógico querer crecer y jugar en los mejores equipos de continente pero el camino lo marca el sentido común, no un padre ex futbolista con ganas de protagonismo y pocas luces.

Me consta que Falcao ha llamado a casa para decirle a su padre un par de cosas, como por ejemplo que el lío en el que le ha metido le costará mas de un 'run run' en el Calderón y y seguro que alguna pancarta recordándole la eterna rivalidad. La sospecha será constante. La bronca familiar fue de las buenas.

Sus compañeros le creen. Saben que estas cosas pueden pasar pero también son conscientes de la ambición del jugador. En alguna conversación de vestuario ya ha deslizado su deseo de ser el mejor y las limitaciones que le ofrece el Atlético, pero también asegura que le tiene un gran cariño al club que apostó por él. Nunca sería irrespetuoso.

En el club no le creen. El próximo verano habrá ofertas, se acercarán a la cláusula (63kilos) y ya se preparan para sondear el mercado en busca de otro 'killer'. Queda mucho pero cuando a uno le ponen los cuernos ya sospecha hasta de su sombra. Temen abrir la puerta de la habitación y encontrarse con todo el pastel. Por eso no creen, por el miedo a un nuevo desengaño, porque ni el club ni la afición ha superado en el fondo lo sucedido hace dos veranos, cuando el amor de cinco años se hacía añicos desde Argentina.

El Real Madrid llamará a Miguel Ángel Gil y este dirá que NO. Entonces Falcao y el Atlético buscarán en Inglaterra el mejor acomodo posible para un delantero TOP. Pero para eso queda mucho. Nueve meses, tres competiciones y muchos goles por marcar. En junio veremos pero las declaraciones del padre no hacen más que encender las luces de alarma en el Calderón (una vez más).

PD: Curioso. Cristiano está triste la misma semana en la que el papá de Falcao dice que sueña con jugar en el Real Madrid.